#MO2018 - Día 5

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#MO2018 - Día 5

Domingo 28-01. Un final que se convierte en inicio. Resulta cada vez más difícil poner en palabras todo lo que vivimos en estos cinco días...

#MO2018 - Día 5

Desde la mañana del domingo cuando recién nos despertamos hasta la noche con la misa de Eduardo Martín, nuestro Obispo. La emoción se sintió a flor de piel y las ganas de quedarse sobraron.

Nos quedaban algunas tareas pendientes. No podíamos irnos sin terminarlas. Mientras Arquing (arquitectura + ingeniería), con ayuda de algunos proyectos, concluía su tarea de arreglar la plaza del barrio y construir un nuevo espacio para que los chicos jueguen, integrados finalizaba la refacción del comedor comunitario.

En Fighiera, los moenses llegaban al barrio con globos en la mano y los vecinos les daban una cálida bienvenida. La feria organizada por el proyecto de Economía, colocaba un broche de oro maravilloso. Los comerciantes vendían sus productos y se publicitaban ahí. Una mañana para mucho más que la emoción.

Tanto en Fighiera como en Villa, la alegría fue el motor que nos permitió realizar todo lo que nos propusimos. Nunca faltó una mano dispuesta a ayudar.
El hecho de haber podido llevar a la práctica la carrera que elegimos es un privilegio que disfrutamos día a día, y saber que nos sirvió como herramienta para ayudar a muchísimas personas, nos llena el alma.

Llegó la noche y partimos nuevamente hacia Rosario, cansados pero muy felices.

Si algo faltaba para finalizar este gran Manos a la Obra eran las palabras del Obispo en la misa de cierre. Allí nos regaló una emocionante homilía acerca de la importancia de “vivir la alegría del encuentro con el otro” acompañado por el Padre Pablo y Gonzalo. Entre otras cosas, la frase más fuerte resumió lo que se viene: Estos 5 días tienen que ser el paradigma para todo el año. Que la virgen los ampare y Jesús los acompañe en este camino”.

Después de la misa, los coordinadores generales y de ambas zonas realizaron un breve resumen acerca de las experiencias vividas, sensaciones durante el MO y un reconocimiento a distintos proyectos que se destacaron por su esfuerzo y trabajo en equipo.

A partir de ahora nos toca poner nuestra vida en #ModoMo. Esto es solo el inicio de un largo camino que nos queda por transitar y que empieza cuando aceptamos formar parte de esta hermosa locura de ayudar.

Le hicimos saber al otro, que sus necesidades importan. Ellos, sin saberlo, ni buscarlo, nos dieron mucho más de lo que nosotros podemos dejarle. Esa retribución le da sentido a todo. Manos a la Obra es cada sonrisa, cada palabra, cada gesto y cada mirada, es el reflejo de lo que realmente somos. Moense, bienvenido: el viaje de ida, recién empieza.

Manos a la Obra | Rosario
#MO2018 - Día 5

Domingo 28-01. Un final que se convierte en inicio. Resulta cada vez más difícil poner en palabras todo lo que vivimos en estos cinco días...

Desde la mañana del domingo cuando recién nos despertamos hasta la noche con la misa de Eduardo Martín, nuestro Obispo. La emoción se sintió a flor de piel y las ganas de quedarse sobraron.

Nos quedaban algunas tareas pendientes. No podíamos irnos sin terminarlas. Mientras Arquing (arquitectura + ingeniería), con ayuda de algunos proyectos, concluía su tarea de arreglar la plaza del barrio y construir un nuevo espacio para que los chicos jueguen, integrados finalizaba la refacción del comedor comunitario.

En Fighiera, los moenses llegaban al barrio con globos en la mano y los vecinos les daban una cálida bienvenida. La feria organizada por el proyecto de Economía, colocaba un broche de oro maravilloso. Los comerciantes vendían sus productos y se publicitaban ahí. Una mañana para mucho más que la emoción.

Tanto en Fighiera como en Villa, la alegría fue el motor que nos permitió realizar todo lo que nos propusimos. Nunca faltó una mano dispuesta a ayudar.
El hecho de haber podido llevar a la práctica la carrera que elegimos es un privilegio que disfrutamos día a día, y saber que nos sirvió como herramienta para ayudar a muchísimas personas, nos llena el alma.

Llegó la noche y partimos nuevamente hacia Rosario, cansados pero muy felices.

Si algo faltaba para finalizar este gran Manos a la Obra eran las palabras del Obispo en la misa de cierre. Allí nos regaló una emocionante homilía acerca de la importancia de “vivir la alegría del encuentro con el otro” acompañado por el Padre Pablo y Gonzalo. Entre otras cosas, la frase más fuerte resumió lo que se viene: Estos 5 días tienen que ser el paradigma para todo el año. Que la virgen los ampare y Jesús los acompañe en este camino”.

Después de la misa, los coordinadores generales y de ambas zonas realizaron un breve resumen acerca de las experiencias vividas, sensaciones durante el MO y un reconocimiento a distintos proyectos que se destacaron por su esfuerzo y trabajo en equipo.

A partir de ahora nos toca poner nuestra vida en #ModoMo. Esto es solo el inicio de un largo camino que nos queda por transitar y que empieza cuando aceptamos formar parte de esta hermosa locura de ayudar.

Le hicimos saber al otro, que sus necesidades importan. Ellos, sin saberlo, ni buscarlo, nos dieron mucho más de lo que nosotros podemos dejarle. Esa retribución le da sentido a todo. Manos a la Obra es cada sonrisa, cada palabra, cada gesto y cada mirada, es el reflejo de lo que realmente somos. Moense, bienvenido: el viaje de ida, recién empieza.

#MO2018 - Día 5